La Cátedra de Suelo Pélvico Capenergy CEU Cardenal Herrera tiene como objetivo la investigación científica y la divulgación en el ámbito sanitario, utilizando la tecnología de diatermia por radiofrecuencia. Su enfoque principal es el estudio del suelo pélvico y el complejo abdóminolumbar, tanto de forma exclusiva como en combinación con otras técnicas terapéuticas, como el ejercicio físico terapéutico.
Las disfunciones del suelo pélvico (DSP) son un problema prevalente en nuestra sociedad y se espera que aumenten en los próximos años, considerándose una "pandemia encubierta del siglo XXI". Esta problemática afecta a un alto porcentaje de población sana.
El envejecimiento de la población mundial, especialmente en España, está relacionado con un incremento en la incidencia de estas patologías. Se estima que una de cada cuatro mujeres presenta al menos una disfunción del suelo pélvico y una de cada cinco mujeres se someterá a cirugía por esta causa a lo largo de su vida. Sin embargo, la prevalencia real es probablemente mayor, ya que muchas mujeres no solicitan ayuda sanitaria.
Estudios recientes indican que en el año 2050, la prevalencia del prolapso de órganos pélvicos sintomático aumentará hasta un 46% en algunas poblaciones. En España, la incontinencia urinaria y/o vejiga hiperactiva afecta aproximadamente al 10% de las mujeres entre 25 y 64 años, y a más del 50% de las personas mayores de 65 años, tanto hombres como mujeres. De hecho, 2 de cada 10 hombres sufrirán patologías del suelo pélvico, y un 32% de las mujeres. La debilidad muscular o del tejido conectivo, traumas o cirugías, procesos oncológicos, entre otros factores, pueden provocar incontinencia, trastornos de la fisiología de la micción y defecación, disfunciones sexuales y dolor pélvico, entre otros.
Estas disfunciones repercuten en la calidad de vida de las personas que las sufren. Un estudio reciente indica que el 59 % de la población sana presentó una disminución de la calidad de vida derivada de los problemas en el suelo pélvico, siendo la esfera urinaria la que más afectación produjo, estando catalogada como la segunda causa de pérdida de la calidad de vida, por detrás de las enfermedades cardiovasculares graves y las enfermedades mentales.